¨Le habían enseñado algo del camino del Señor y hablaba con mucho entusiasmo¨ Hechos 18,25

¨Un judío llamado Apolo, natural de Alejandría, había llegado a Efeso, Era un orador elocuente y muy entendido en la Escrituras. Pues rebatía públicamente y con gran acierto a los judíos, demostrando con las Escrituras que Jesús es el Mesías¨ Hechos 18; 24, 28.

domingo, 27 de febrero de 2011

Escribir al alba

Descubro al escribir....que se acercan las voces
las voces de otros tiempos, de tu vida y la mía
las voces del verano que retornan en calma
El olor de las flores que quedaron dormidas

Descubro al escribir que ya no soy la misma
que dentro de mí vive una mujer serena
que valora la vida, los lugares, los versos 
Que aquilata los sueños, los caminos, los templos.

Descubro al escribir, que me faltan auroras,
noches por descubrir, mantos con que cubrirme
calles por caminar, montañas para ausentarme
y una voz interior para sentirme libre.....

Al escribir...descubro que no estoy sola nunca
porque siento cercano el amor de esas voces
su alegría silente, su infinita dulzura 
Al escribir yo siento su miradas profundas

Son las voces de ellos, los recuerdos, momentos
las voces de mis hijos, mis amigos ausentes
las voces del futuro, de un eterno presente.

Descubro al escribir que el sol entibia el alma
que en cada atardecer nos sorprende la brisa
que se vale jugar a estar enamorada, 
de la vida, los libros, las notas de un violín,
de un piano, una lira, de la paz, de la risa.

Descubro al escribir que aún percibo tu aliento
y un rasgar de guitarras me aterriza y despierto.


Descubro entre mil letras, que la poesía es eterna
el mundo se detiene, escribo lo que siento!.


Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.


domingo, 20 de febrero de 2011

Fulgores de Luxor

Fulgores de Luxor son los ensueños, los símbolos,
los ritos, las señales.
Las voces de las musas, las nubes y las olas

Fulgores los canales, el caudal del gran verde.
Los ecos del desierto, la lluvia del oasis.

Fulgores son, las palmeras de dátiles
el pozo de un Moisés sediento
faro del perdido.

Fulgores son… Sus brazos, Su fuerza, y la Sagrada Alianza.
Fulgores son… el báculo, la zarza ardiente, el Monte Santo.
La Refulgencia Divina.

Fulgores de Luxor es soledad del alma que busca la verdad
Fulgores son: la mirada en la fuente,
el agua cristalina, del manantial Su imagen .

Fulgores son, el mar profundo en tus silencios,
es el Nilo de todos,
que sereno descubre la majestad de Giza.

Fulgores de Luxor, son los pasos de vuelta
el retorno al hogar.
El hilo platinado que nos guía de lejos,
ensortija la mente. Nos permite crear.


Elizabeth Polanco Copyright ©2010 Elizabeth Polanco. All Rights reserved.

2 comentarios:


Elizabeth Quezada dijo...
Este poema, grandioso, mi querida Lizzy, se enmarca sin lugar a dudas en los preceptos excelsos del efluvismo que explica nuestro amigo Virgilio López... sabes por qué; porque además de que se siente que fue sentido (valga la redundancia) se siente fluido, acompasado y se instala en nuestra piel. Bravo!!! Magnífico.
MOVIMIENTO LITERARIO EFLUVISMO dijo...
Estoy de acuerdo con Elizabeth Quezada. Se nota como fluye desde tu interior este poema... Lo veo diferente a todos los que he leído de tu autoría...Te felicito... Es un gran logro... Estoy contento por ti y por efluvismo...

Amor de otros tiempos. Poeta Invitada Jael Uribe.

Este hermoso poema es de la poeta dominicana, escritora y amiga Jael Uribe. Un honor y un lujo compartir sus versos en mi espacio, Destellos de Alejandría.  Elizabeth Polanco


Amor de otros tiempos.  de  Jael Uribe
 
Alejandro Magno,
de Alejandría sin rostros,
sin visiones de pasados compartidos
mil noches de amor a luz de luna,
ocultas bajos tus escombros.

Cabalgante en la ingenuidad
de un rostro angélico
hacedor de hogueras liberadas
destructoras de los diarios de tu asombro.

Se ha perdido tu vista en mis ganas de más
y el incendio consumidor
oculto tras las gavetas del morbo,
en donde los valientes declinan el orgullo
y se vierte la grandeza de su estirpe
danzando entre los demonios.

Sobre esta sierva irreverente
de rodillas cribadas,
ojos hechiceros
y pechos poderosos,
se pierde la sustancia vital de tu firmeza
tendido en un catre de lascivia
atiborrado de amor, afán y gozo.

Alejandro guerrero.
Magno esplendor de tiempos efímeros.
Rueda tu valor en los aires de otros cielos
sobre las aladas cúspides del universo.

Alejandro místico
de infinitas vidas,
y mil sueños.
Magnánimo hacedor de amores sabios y maestros.
Enviaste a mí tu esencia reencarnada
resucitando las heridas de batallas
perdidas de otros tiempos,
levantando del cementerio a los guerreros de antaño,
que retozaban traviesos sobre
el sepulcro de mis apetitos muertos.